ICAPI es un laboratorio de Anatomía Patológica general preparado para aplicar tanto las técnicas convencionales como las propias de la histoquímica, inmunohistoquímica y de la biología molecular en los casos que lo requieran. La diversificación en distintas áreas de interés especial hace que podamos trabajar con una alta cualificación  y actuar como consultores. 
También podemos realizar consultas de casos especialmente problemáticos a los centros más prestigiosos del mundo en nuestra especialidad.


Rasgos esenciales de nuestros servicios:

- Recogida de muestras: ofrecemos servicio de recogida de muestras en las clínicas o consultas. También en nuestro laboratorio, de 9:00 a 20 hrs., de lunes a viernes y de 9:00 a 13:00 hrs., los sábados. 
- Proporcionamos acceso a los informes vía web mediante clave de acceso a los profesionales que nos lo soliciten.
- Suministro de material: podemos proporcionar a las consultas y clínicas que lo soliciten tanto envases apropiados como formol tamponado.

Ver pestaña de RECOGIDA Y RECEPCIÓN DE MUESTRAS.




Preparación de los envases y conservación de los tejidos:

1) Envases:
Deben cumplir las características siguientes:
- Estar constituidos por plásticos biodegradables.
- El cierre debe ser hermético.
- La boca debe ser ancha.
- La capacidad ha de ser suficiente para que quepa holgadamente la biopsia o pieza quirúrgica a conservar.
- Los envases deben estar debidamente rotulados, con los datos de filiación del paciente y especificación del contenido. Si hubiera más de un envase, se identificarán con letras, por orden alfabético, empezando por la letra "A".

2) Líquido fijador:
Salvo en casos especiales, en los que se recomienda contactar previamente con nosotros, todos los tejidos deben ser colocados en su envase correspondiente, inmediatamente después de extirpados. Se añadirá a continuación formol al 10 % tamponado, en cantidad abundante (aproximadamente 20 veces el volumen del tejido a fijar, aunque en piezas grandes puede reducirse la proporción)

Nota: El médico responsable del paciente debería comprobar que se cumplen los requisitos anteriores, antes de dar por terminada la intervención.



INSTRUCCIONES PARA LA PREPARACIÓN DE FORMOL

Para 1 litro de formol diluido, mezclar en el siguiente orden:
• 100 cc de formol concentrado (al 37-40%)
• 900 cc de agua del grifo
• 20 cc de acetato sódico 3-hidrato en polvo.
A continuación debe agitarse para conseguir una buena mezcla.
El recipiente que lo contenga debe estar debidamente rotulado y bien cerrado; la preparación debe hacerse en una habitación bien ventilada.Las proporciones para otras cantidades son:

- Para 5 litros de formol diluido:
• 0,5 litros de formol concentrado (al 37-40%)
• 4,5 litros de agua del grifo
• 100 cc de acetato sódico 3- hidrato en polvo.

- Para 10 litros de formol diluido:
• 1 litro de formol concentrado (al 37-40%)
• 9 litros de agua del grifo
• 200 cc de acetato sódico 3- hidrato en polvo

En caso de duda, puede llamar a nuestro Laboratorio, Tel. 928263720, o escribirnos a [email protected], y con mucho gusto le atenderemos.



Comentario sobre la utilidad de los estudios histopatológicos:

Por principio, debe considerarse que todo fragmento de tejido extirpado a un paciente, debe ser sometido a estudio histopatológico. Esto es práctica habitual, desde hace muchas décadas, en los Sistemas Sanitarios de países con una Medicina de alto nivel científico-técnico, por varios motivos.
Desde el punto de vista asistencial, porque en muchos casos, aunque sean aparentemente banales, es imposible que el cirujano, dermatólogo, endoscopista, etc., pueda predecir con certeza la existencia de una posible lesión y, menos aún, su naturaleza. Si el tejido es tratado como mero residuo sanitario y es eliminado sin ser estudiado, se pierde para siempre la posibilidad de un diagnóstico exacto.
Desde el ángulo científico, porque los tejidos humanos han sido y siguen siendo una fuente de enorme valor para la investigación biomédica.
En lo que se refiere a la gestión, porque el tejido resecado es un factor determinante a la hora de definir el procedimiento quirúrgico empleado y, por tanto, imprescindible para el cálculo de recursos consumidos. Por otra parte, es imposible codificar de forma inequívoca el diagnóstico de un paciente al que se le ha extirpado un tejido que no ha sido estudiado histológicamente. 
En lo relativo a la valoración de la calidad asistencial, porque, como es evidente, no habría manera de contrastar los diagnósticos clínicos con los anatomopatológicos si el tejido se destruyera sin ser estudiado.
Por último porque, desde el punto de vista legal, un informe anatomopatológico puede tener valor probatorio y no debería correrse el riesgo de no poder aportarlo como prueba. 

Todo tejido extraído es por definición único e irreemplazable, y si se destruye la muestra antes de estudiarla, se anula definitivamente la posibilidad de investigarla. No ocurre lo mismo con una muestra de orina o de sangre, que puede volver a obtenerse, en caso necesario.

Queremos insistir, por tanto en que no debe eliminarse, sin ser antes estudiado, ningún tejido humano extirpado. Son muchos los perjuicios que pueden derivarse para los pacientes y los médicos que los asisten, sin que se obtenga ningún beneficio, aparte de un ahorro económico ridículo. 




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